El Ayurveda ofrece un enfoque holístico y natural que puede ser muy beneficioso para los niños, promoviendo no solo la salud física, sino también el bienestar emocional y mental desde una edad temprana. Las prácticas ayurvédicas para los niños buscan fomentar el equilibrio de los doshas (Vata, Pitta y Kapha), teniendo en cuenta que los niños suelen tener un predominio natural de Kapha, lo que los hace vulnerables a problemas como el resfriado y la congestión, además de necesitar rutinas que fortalezcan su sistema inmune en desarrollo.

Aquí algunas prácticas y recomendaciones ayurvédicas para el bienestar infantil:

1. Rutinas diarias para un comienzo saludable (Dinacharya) Tener una rutina diaria constante ayuda a los niños a establecer un equilibrio en su cuerpo y mente. Esto les proporciona una estructura y estabilidad importantes para su desarrollo.

Levantar temprano: Establecer el hábito de levantarse temprano ayuda a regular los ritmos naturales y permite comenzar el día con energía.
Raspar la lengua: Ayuda a eliminar toxinas acumuladas durante la noche, promoviendo una higiene bucal saludable.
Masaje con aceite (Abhyanga): Un suave masaje diario o semanal con aceite tibio (como el de sésamo o coco) nutre la piel, relaja los músculos y ayuda a que el niño se sienta seguro y tranquilo.
Baño diario: Un baño con agua tibia ayuda a limpiar la piel y a refrescar el cuerpo, promoviendo un descanso profundo y reparador.

1. Alimentación adecuada según el dosha y la edad El Ayurveda considera que la nutrición adecuada es fundamental para el crecimiento y desarrollo infantil. A continuación, algunos principios generales:

Alimentos frescos y naturales: Optar por alimentos frescos, naturales y de fácil digestión. Evitar los alimentos procesados, azucarados o artificiales que pueden generar toxinas (ama) en el cuerpo.
Desayuno nutritivo: Un desayuno ligero pero nutritivo ayuda a activar el sistema digestivo. Porridges, avena cocida o frutas cocidas con especias suaves como el cardamomo son buenas opciones.
Evitar alimentos fríos y pesados: Ya que los niños tienen un predominio de Kapha, los alimentos muy fríos y pesados pueden provocar congestión. Es preferible optar por comidas tibias y fáciles de digerir.
Especias suaves: Las especias como el jengibre, el hinojo y el comino pueden añadirse a sus alimentos en pequeñas cantidades para mejorar la digestión y fortalecer el sistema inmune.

1. Hierbas y remedios naturales Algunas hierbas suaves y seguras pueden incorporarse en la rutina de los niños para apoyar su salud y prevenir enfermedades:

Ashwagandha y Shatavari: Estas hierbas, en dosis muy pequeñas, ayudan a fortalecer el sistema inmune y el desarrollo general del niño.
Tulsi (albahaca sagrada): Con propiedades antibacterianas y antivirales, Tulsi puede añadirse en pequeñas cantidades en infusiones para fortalecer el sistema inmunológico y combatir resfriados.
Amalaki (grosella espinosa): Rica en vitamina C, Amalaki es excelente para fortalecer el sistema inmune y mejorar la digestión.
Leche dorada (leche con cúrcuma): Un vaso de leche tibia con una pizca de cúrcuma ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y favorece un sueño reparador.

1. Prácticas de respiración y yoga para niños El yoga y las prácticas de respiración ayudan a mejorar la concentración, la flexibilidad y el equilibrio emocional, además de enseñar a los niños a controlar su respiración y conectar con su cuerpo.

Yoga para niños: Posturas simples como el gato (Marjaryasana), perro (Adho Mukha Svanasana), árbol (Vrikshasana) y niño (Balasana) son ideales para promover la concentración, la calma y la coordinación.
Respiración profunda (Pranayama): Prácticas suaves como el respirar como león (Simhasana Pranayama) o respiración de abeja (Bhramari Pranayama) ayudan a mejorar el enfoque y la calma. Estas técnicas son divertidas y fáciles de hacer para los niños.

1. Estilo de vida para promover el equilibrio El estilo de vida de los niños tiene un gran impacto en su equilibrio emocional y físico. Algunas prácticas para fomentar este equilibrio incluyen:

Tiempo al aire libre: Pasar tiempo en la naturaleza ayuda a equilibrar los doshas y a conectar con el entorno. Las actividades al aire libre también fortalecen su inmunidad y mejoran su ánimo.
Evitar el exceso de tecnología: Limitar el tiempo de pantalla es fundamental para el bienestar mental y físico de los niños. La tecnología excesiva puede aumentar el Vata y alterar el sueño y la concentración.
Horas regulares de sueño: Un sueño adecuado y regular es esencial para el crecimiento saludable. Los niños deben acostarse temprano y evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir.

1. Cuidado emocional y técnicas de relajación El bienestar emocional es tan importante como el físico para los niños, y el Ayurveda propone métodos sencillos para cuidar y calmar su mente.

Meditación guiada: Las meditaciones cortas y guiadas son ideales para niños, ya que les ayudan a relajarse y a enfocarse.
Escuchar música tranquila o mantras: La música suave o los sonidos de la naturaleza ayudan a calmar el sistema nervioso y promueven una sensación de paz.
Hacer diarios o dibujos: Animar a los niños a expresar sus pensamientos y emociones a través del dibujo o la escritura les ayuda a procesar sus sentimientos y a entender mejor su mundo emocional.

1. Remedios ayurvédicos para problemas comunes en niños Resfriados y congestión: Aplicar una mezcla de aceite de sésamo con una pizca de cúrcuma en la base de la nariz ayuda a aliviar la congestión. Digestión lenta o indigestión: Un poco de agua tibia con jengibre en polvo o hinojo ayuda a mejorar la digestión en caso de molestias leves. Problemas de sueño: Un vaso de leche tibia con una pizca de nuez moscada es un remedio ayurvédico tradicional para favorecer el sueño reparador. Conclusión Las prácticas ayurvédicas para niños son un enfoque natural y cuidadoso que fortalece su salud física y mental, fomenta su equilibrio emocional y los prepara para una vida saludable. Aunque estas prácticas son seguras, es recomendable consultar a un experto en Ayurveda pediátrico para ajustar las rutinas y los remedios a las necesidades individuales de cada niño.