Recuerdo cómo hace algunos meses entré en la empresa en la que estoy ahora. Cuando vas a cambiar de compañía no puedes evitar cierto nerviosismo ante lo desconocido, y en estas situaciones juega un papel muy importante el onboarding.
El onboarding es un conjunto de acciones que se realizan cuando hay una nueva persona que se incorpora al equipo. El objetivo de todos esos procesos es que esa persona se incorpore de la forma más rápida y, también, de la manera más cómoda y menos traumática.
A raíz de que mi proceso de onboarding fue sencillamente perfecto, recordé todas las veces que ha entrado una persona nueva en mi equipo y no sabía cómo hacer que se sintiese una colega más desde el primer día. Tras pensarlo mucho, decidí que sería muy útil dejar por escrito lo que me hizo sentirme cómoda, desde el punto de vista técnico, esas primeras jornadas.
Primerito día
Cuando es tu primerito día estás con 7 infartos en tu corazón, por lo que una acogida amable y sin mucho estrés ayuda a que la primera impresión sea buena y a que nadie salga corriendo. Quizás soléis tener un ritmo más sosegado normalmente y justo esa semana tenéis una entrega mortal que corre muchísima prisa, pero hay que intentar que esa nueva persona no sienta esa ansiedad, ya que puede llevarse una sensación equivocada. Sed personas pacientes, majas y empáticas.
Organigrama completo
Cuando entras te sientes muy perdida. No sabes dónde estás, ni quién es toda esa gente que te presentan cada día. Por ello es muy útil que exista un organigrama completo con nombre, fotografía y puesto de las personas que forman parte de una compañía.
De esta forma, cuando te presentan al personal, si luego no recuerdas quién era quién, puedes consultar este documento y ayudarte a sentirte menos desconcertado.
Asimismo, si en tu empresa teletrabajáis y, en general, no ponéis la cámara durante las reuniones, es muy conveniente que al menos durante los primeros días puedan ver los rostros de sus colegas. Cuando acabas de entrar y tienes cierto nerviosismo, poder ver las expresiones y las caras a los demás ayuda mucho y te hace sentir más cerca de los demás.
Mucha documentación, poco código
Los primeros días es muy importante que la persona lea más que programe. Echar un vistazo a toda la documentación puede ser un poco abrumador al principio, pero da una sensación de tranquilidad al mismo tiempo. Si una compañía tiene documentados sus procesos y su forma de trabajar, la nueva incorporación podrá conocer cómo tendrá que enfrentarse a la rutina de la compañía.
Sin embargo, solamente estar leyendo puede acabar siendo tedioso, así que es conveniente que vaya haciendo algunas tareas, aunque sean pequeñas. Esto hará que la persona se sienta útil, que se vaya acostumbrando a las tecnologías y a la arquitectura, y se sentirá menos perdida mientras termina de echar un vistazo a todos los documentos
No hace falta decir, que documentar es súper importante en este mundillo y hay que intentar que las cosas importantes estén por escrito, y, además, que estén actualizadas.
Poquito a poco
Está bien que le demos toda la documentación a la persona, pero no pretendas que todo sea asumido de golpe en el mismo día. Da a entender que podrá ir leyéndolo poco a poco y que seguramente tenga que volver a echarle un vistazo, o dos, o cien, hasta que entienda completamente cómo funciona todo. No hay prisa, lo importante es que acabe encajando despacito y con buena letra en el equipo.
Pregunta y mejora
Si ya tienes un proceso de onboarding estandarizado, documéntalo para procurar que siempre se realice de la misma forma, y ponlo a disposición de cualquiera. Esto ayudará a que las personas sepan qué se van a encontrar durante sus primeros días y conozcan cómo va a ser todo.
Asimismo, cuando termine ese proceso, pregunta y toma nota de todo lo que se podría hacer mejor, ve optimizándolo y déjalo documentado o completa la documentación que sea necesaria.
Mucho feedback
Los primeros días no conoces bien la cultura de la empresa, por lo que dar mucho feedback (tanto bueno como malo) al principio es muy útil.
Por un lado, decirle las cosas buenas a la persona ayuda a que se reduzca su incertidumbre y a que lidie mejor con el síndrome del impostor. Somos seres humanos, y un poquito de cariño y tacto hace mucho bien.
Por otro, señalar los puntos de mejora, siempre de una forma asertiva, ayudará a que la persona entienda de una forma más veloz cómo se trabaja en el equipo y se amolde a los estándares que se siguen.
Reduce la velocidad
Cuando entra alguien nuevo, su rendimiento será bajo hasta que se amolde a todo pero, además, bajará también la velocidad del equipo ya que tendrán que echar una mano a quien se incorpora al equipo. Tener esto en cuenta, y hacer saber a los demás que esa reducción se va a dar, hace que la nueva incorporación sienta menor presión. Gracias a esto pensará que puede preguntar dudas y disponer del tiempo de las demás personas del equipo sin sentirse culpable.
1to1
Haz muchas reuniones de 1to1 al principio para ir controlando cómo se siente la nueva incorporación. La primera semana, el primer mes... Los primeros días son súper importantes, e ir viendo cómo se va sintiendo la persona ayuda a que ésta vaya resolviendo sus incomodidades y sus dudas. Asimismo, reúnete con los demás integrantes de la compañía para que puedan expresarte sus inquietudes y así limar asperezas y adaptar los procesos a la nueva incorporación.
Algunas reuniones
Si tienes responsables de áreas en tu equipo, haz que esas personas se reúnan con el nuevo fichaje y le pongan un poco en contexto de cómo funciona todo. A lo mejor has contratado a una nueva programadora de Front-end, pero será de gran utilidad que esa persona sepa cómo funciona todo lo demás y a quién puede recurrir cuando tenga algún problema. En esta misma línea, también hará que se sienta parte del equipo y que le pondrá cara y humanidad a los demás al tener una conversión de tú a tú.
Conclusión
Todas las personas hemos sido nuevas en una empresa, así que debemos ser pacientes, empáticas, y, sobre todo, majas. Ser simpático no cuesta tanto y hace mucho.